Acordes

Autor: Marco Aragonés

A David Martínez

Y había una guitarra celestial
y sus cuerdas eran vida
y de ellas acordes agridulces.
Notas de silencio
ahora que quiero escuchar la soledad.
Notas suaves
ahora que quiero pensar en lo porvenir.
Notas de valor
ahora que miro lo áspero de la vida.
Notas de serenidad
ahora que mis ideas se hacen nudos.
Notas de veneno
ahora que quiero ser inmune al dolor.
Y de la divina guitarra
escaparon y escaparán notas
que se escriben en un compás infinito.
Y el sublime instrumento
es utilizado por las manos
que no se ven, no se sienten
solo son lo incomprensible.

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